Las casualidades no existen

EL BÚHO QUE NO PODÍA ULULAR

En esta entrada, voy a hablar de un libro que podría recomendar. Pero voy a hacerlo de una forma especial. Por ese motivo, el título de la entrada no coincide con el del libro.

 El libro en cuestión es "EL BÚHO QUE NO PODÍA ULULAR", de Robert Fisher (autor "El Caballero de la  armadura oxidada") y de Beth Kelly. Se trata de un pequeño libro de 100 páginas, que recoge varios cuentos o fábulas, en la que la mayoría de los protagonistas son animales y ponen en duda la forma de vivir de los seres humanos. Un fascinante viaje, que aún estoy recorriendo, y del que daré más detalles, una vez finalice la lectura. 

Una buena amiga, Sarai, me regaló este libro hace ya algunos años, pero hasta ahora no me había puesto a leerlo con la atención suficiente. Aún desconozco si me lo regaló porqué descubrió, lo que yo descubrí anoche. Un cuento donde su protagonista se llama Torpón. Si Torpón, igual que el libro que he escrito. Pero como si esto fuera poco, la profesión de Torpón consiste en ayudar a las orugas a convertirse en mariposas. El paso de oruga a mariposa, la reina de las metáforas de transformación, en mi tema estrella, la Resiliencia. 

Fragmento del cuento "LAS MÁS PEQUEÑAS DE LAS MARIPOSAS"

Eran casi las cinco de la mañana y Torpón, el divo del Bosque, descansaba apoyado contra un árbol, exhausto por sus esfuerzos de la noche anterior. Su trabajo consistía en ayudar a las orugas a convertirse en mariposas. Al final de  su metamorfosis, tenía que sacar a cada una de las pequeñas mariposas del capullo y esparcir polvo de mariposa sobre sus alas, para que pudieran elevarse al viento.

Por último, les daba una palmadita en el trasero para lanzarlas al mundo.....

Este pequeño fragmento es suficiente, para que entendáis mi sorpresa. No creo en las casualidades, se que si justo anoche descubrí este cuento, fue para aprender que Torpón III puede ser realmente una herramienta de Resiliencia. Una historia que ayude a las personas a pasar de oruga a mariposa. Este cuento fue una señal, que me indicó que estoy siguiendo el camino correcto. El camino de Torpón y el camino de la Resiliencia.