jueves, 20 de septiembre de 2012

Tú puedes ser el próximo


Era una mañana de Sábado como otra cualquiera, yo como siempre me había puesto mi chándal de fin de semana, para ponerme manos a la obra y dejar el piso limpio. Pero aquella mañana,  resultó diferente a como esperaba, ya que cambió mi vida para siempre. A las 10:30h aproximadamente, sonó el timbre, algo que me sorprendió, ya que no esperaba visita, inmediatamente después pensé “debe ser para que cambie de compañía de Internet, me ponga o quite el gas, o cualquier otra cosa por el estilo”. Y me dirigí a observar por la mirilla, allí, tras la puerta, pude ver a dos hombres, que vestían el uniforme policial, me fije especialmente en uno de ellos, que era increíblemente atractivo. En aquel momento mis pensamientos cambiaron, y pensé “y yo con estas pintas”, a continuación abrí la puerta.

Me quedé inmóvil mirando a aquellos dos hombres, sin saber que decir, sin tan siquiera preguntarme que podía querer la policía de mí. Entonces uno de ellos; el de mayor edad, con pelo canoso, barba espesa y rostro serio, sosteniendo un bolígrafo y una libreta en una de sus manos, que no paraba de mover de forma inquieta, se dirigió a mí:

-          ¿Es usted la señorita Diana Gracia?

-          Sí, soy yo. –Respondí rápidamente, dándome cuenta en aquel instante que se trataba de algo serio.

-          Señorita Gracia, mi compañero y yo, somos oficiales de policía y llevamos el caso de los asesinatos de “quieroquemeleas”.

-          ¿Cómo?- Respondí con cara de sorpresa. El otro oficial, el joven y guapo, se puso  a reír, le mire insinuándole, si es que tenía cara de chiste. En ese instante el dejo de reír, y habló.

-          Disculpe Señorita Gracia….

-          Diana, por favor. –Dije interrumpiendo aquella voz tan cautivadora.

-          Mi nombre es Juan y este es mi compañero Antonio, somos oficiales de policía, y actualmente investigamos el caso de quieroquemeleas. Una página Web para nuevas promesas literarias, en la cuál creemos que usted tiene un perfil y suele participar, ¿es correcto?

-          Sí es correcto, participo en esa página desde hace unos meses. Pero sigo sin entender que quieren de mí.

-          Verá señorita.- volvió a tomar la palabra Antonio, el policía de mayor edad, que no paraba de escribir nerviosamente en aquella libretita minúscula.- Desde que usted abrió su perfil, con el seudónimo de La Dama Negra, exactamente el 9 de Octubre del 2008, varias personas que visitaban su perfil a menudo, han sido asesinadas.

Después de oír aquello, me quedé totalmente pálida, incapaz de responder. Afortunadamente el joven y apuesto Juan se preocupo por mi estado.

-          ¿Se encuentra bien Diana?, perdone a Antonio, a veces es un poco brusco.

-          No entiendo nada.- Fue lo único que pude decir.

-          Lamento decirle que es usted sospechosa de asesinato. –El simpático de Antonio lo volvió hacer, no fue brusco, fue mucho más que brusco.

-          Antonio por favor. – Replico Juan. Realmente parecía que Juan y Antonio jugaban al poli bueno y al poli malo con mucha maestría. Pero a pesar de lo incomodo de la situación, fui capaz de reaccionar.

-          ¿Cómo dice?, yo sospechosa de asesinato. No me haga reír, si ni siquiera he matado una mosca en toda mi vida.- Mal momento para decirlo, pues con las prisas había abierto la puerta con el matamoscas en la mano. En aquel momento Juan miro el matamoscas y se puso a reír. La verdad es que parecía que Antonio me quería poner las esposas, cuando en cambio Juan creía en mi inocencia por encima de todo.

-          No pongo en duda su palabra Diana.- Me dijo Antonio muy serio.- Verá joven, lo que quiero decirle, es que usted es sospechosa de asesinato, porqué todos los asesinados visitaban su perfil con frecuencia y fueron asesinados después de visitar el tema: “Tú puedes ser el próximo”, dónde usted escribe sobre asesinatos y dónde el asesino elige sus víctimas a través de quieroquemeleas. Pero eso no es todo, sea quien sea el asesino, sino es usted, es alguien cercano a usted o que se ha basado en su escrito para asesinar.

-          Siempre desee inspirar a la gente, pero no precisamente para que cometieran asesinatos. Ese relato fue presentado a un concurso de la página, del cuál fui ganadora, y la temática eran los asesinatos. Pero de eso, a ser yo una asesina.

-          Si usted gano el concurso, eso explicaría que tenga tantas visitas en su perfil. –Dijo Juan con gran serenidad.

-          Quieren pasar y hablamos tranquilamente, creo que tienen demasiadas cosas que explicarme.

Después de esa larga conversación en el rellano de la escalera, Juan y Antonio tomaron asiento en mi salón, incluso tomaron un vaso de agua, y la tensión inicial, de que yo fuera sospechosa de asesinato, parecía haberse esfumado. La conclusión de aquella larga conversación, fue que me pondrían escolta policial, probablemente el asesino pretendía acercase a mi. Así que desde aquel día Juan cuida de mí, y estoy encantada de la vida, no encantada de inspirar a asesinos.

Lo más sorprendente de todo, es que los asesinatos cesaron, aquel mismo día. Se habían dado tres casos de asesinato, de las mismas características, de personas que visitaban mi perfil, y halagaban mis escritos, hasta el día que gané el concurso, y empezaron a criticar duramente mi escrito: “Tú puedes ser el próximo”.

Increíblemente los asesinatos se realizaron exactamente como describía en mi relato. Eso sí, en mi relato el asesino era un policía que se había enamorado de la escritora, y buscaba la forma de acercarse a ella, los asesinatos cesaban en el momento, que el policía conseguía convertirse en la custodia policial de la escritora. Afortunadamente, aquello que escribí no es más que un relato inventado, que no tiene nada que ver con la realidad.



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