viernes, 21 de septiembre de 2012

TORPÓN III. Las aventuras de Torpina



Bienvenido a Torpón III, a este viaje entre dos mundos. Espero que durante el trayecto, el descubrimiento de este planeta, te  despierte alguna sonrisa, incluso alguna carcajada, que en algún momento te  encoja el corazón e incluso pueda brotar alguna lágrima de emoción.  Yo he sentido todo eso y mucho más creando este universo, pero el viaje no termino con su creación, la parte más dura fue hacerlo realidad, encontrar valor en mi interior para compartirlo contigo.


Torpón III, sin duda es el reflejo de la valentía interior que si tengo, y en la que a veces, como a todos me cuesta creer. Refleja mi camino y ha crecido y evolucionado junto a mí, desde el 2008 cuando fue creado, hasta Marzo del 2012, dónde por fin sigo mi propio consejo y me muestro al mundo sin tapujos, empezando a creer en mí y en mis habilidades.



Capítulo 1: El sistema Estorpón y sus habitantes


En una galaxia muy, pero que muy lejana, denominada sistema Estorpón, se encuentran los tres planetas torpes, conocidos como Torpón I, Torpón II y Torpón III.

            Los habitantes de estos planetas tienen algo en común: su torpeza. Torpeza tal como tropezar con facilidad por las calles, trabárseles la lengua al hablar, no encontrar nunca el botón de On para poner en marcha los aparatos, entrar demasiado tarde en el tren y que la puerta les pille, caer una y otra vez por las escaleras, chocar con las farolas por la calle...

Tanto en Torpón I como en Torpón II, niños y niñas, chicos y chicas, son torpes por igual, aunque su torpeza se acaba milagrosamente al cumplir una cierta edad. En el caso de Torpón I, al cumplir los 11 años; y en Torpón II, al cumplir los 18.

Sin embargo, en Torpón III, los niños son increíblemente hábiles desde muy corta edad, mientras que las niñas, desde su nacimiento, muestran una gran torpeza para realizar cualquier actividad.

La única cura de la torpeza femenina que parece posible en este planeta, es casarse antes de los 25 años con un hombre perfecto. Un hombre que la enseñe a no ser torpe. Esta es una de las muchas normas del planeta, normas muy estrictas cuyo incumplimiento se castiga con el destierro a otros planetas, como la Tierra.

Los reyes de Torpón III tienen una única hija,  heredera al trono. El nombre de la princesa es Caroline, pero todo el mundo la conoce y llama Torpina, debido a que, sin duda alguna, se trata de la mujer más torpe de todo el reino.

Una larga cabellera de color castaño oscuro, de un marrón casi negro, cubre sus hombros. En su cara siempre se puede ver dibujada una bonita sonrisa de oreja a oreja. Al mismo tiempo, esa sonrisa es tímida y reservada: una sonrisa que calla mucho más de lo que expresa. En sus grandes ojos grises se ve una luz especial, una ilusión y unas ganas de vivir inmensas, una mirada despierta, aunque con un punto agridulce de tristeza y melancolía.

Desde muy pequeña, la princesa tropieza por los jardines de palacio  una y otra vez y, con frecuencia, llora y patalea. Aunque siempre se levanta y vuelve a correr y vuelve a caer. Ella sueña con descubrir el mundo, con bailar con el viento, con correr por las praderas como un caballo salvaje.

Sin embargo, la princesa lleva una vida muy  tranquila: tan solo sale de palacio para ir a estudiar y, en ocasiones puntuales, eso sí, siempre acompañada por alguno de los reyes o por la guardia real.  No toma ninguna decisión sin consultarles: desde la ropa que debe ponerse, la comida que debe tomar, los lugares a los que debe o no debe ir, etc. La relación de la princesa con sus padres, los reyes, es perfecta: nunca discuten, nunca se levantan la voz…Torpina confía en que los reyes saben lo que es mejor para ella, por lo que  teme muchísimo decepcionarles si no consigue ser reina o ser la reina que ellos esperan.

Llegar a ser reina no es tan sencillo. Si su hombre perfecto no aparece, todo su esfuerzo será en vano. Por muy bien que conozca todas las normas, todo lo aprendido no le servirá de nada. Torpina está cada vez más inquieta, ya que pronto cumplirá 20 años y ningún apuesto caballero ha mostrado interés por ella. Tratándose de la princesa, debería ser un honor para cualquier hombre convertirse en su maestro, pero Torpina es torpe hasta extremos inalcanzables para la imaginación.

Solamente encuentra consuelo asomada a la ventana de la torre más alta de palacio, donde no sueña tan solo con su libertad, sino con su liberador, el hombre perfecto que la espera en algún lugar, que tarde o temprano vendrá a por ella y la ayudará a cumplir con su destino: ser la mejor reina que Torpón III pueda tener.



 Proceso creativo


 Llegué al mundo el 17 de Junio de 1982, en la ciudad de Sabadell, siendo la menor de una reducida familia y con una cardiopatía congénita, un Epstein severo. Ayudada por la inocencia de la edad, he tenido una infancia feliz, nunca me he considerado una enferma, ya que no me han tratado como tal y me he esforzado en buscar el lado positivo de la situación, en darle sentido al hecho de haber nacido con un corazón distinto y de estar bien.


         Aunque no siempre ha sido fácil, a los once años escuché por primera vez la palabra operación, lo que me alteró bastante y despertó en mí la necesidad de plasmar mis vivencias, mis pensamientos y mis sensaciones en mi primer diario. Quería que mi existencia, corta o larga, tuviera sentido.

         Ese fue el primer diario de muchos otros. En la actualidad he escrito una docena de ellos. Mis diarios han sido, sin duda, mi primer contacto con la escritura, pero no el único. Con el tiempo conseguí encontrar valor suficiente para compartir mis escritos que, aunque hablaban de personajes y situaciones imaginarias, siempre reflejaban mis vivencias y mi manera peculiar de ver el mundo.

         Fue a los once años cuando escribí mi primera novela, que aún conservo escrita a mano en una vieja libreta. A los catorce y a los dieciséis escribí dos nuevas obras, que aún conservo. Una de ellas escrita con la vieja máquina de escribir de mi madre. Todos mis escritos tratan sobre valores humanos, como la amistad, el amor, la superación, la lucha y la constancia.

         A pesar de esta pasión por la escritura y de mi gran imaginación, me decanté por las ciencias. En enero de 2005 me diplomé como Ingeniera técnica industrial,  en especialidad textil, en la facultad EUETIT de la UPC de Terrassa.

         Una vez finalizada esta carrera, decidí comenzar a estudiar psicología. Tenía la posibilidad de hacer esta segunda carrera como hobby, ya que podía estudiarla a través de la UOC (Universitat Oberta de Catalunya).

         A finales de 2006, tras una complicada ruptura sentimental, mi vida da un giro inesperado. Descubro mi auténtica vocación - la psicología - y decido abandonar mi trabajo como ayudante técnico para trabajar como dependienta en un centro comercial y así poder dedicar más tiempo al estudio.

         En el verano del 2008, realizo un curso de escritura que consigue liberarme. Al finalizarlo, comienzo a escribir mi gran obra “Torpón III: Las aventuras de Torpina”.

         Comparto los capítulos de mi obra en un foro en Internet, donde familiares y amigos me animan a seguir, así como mis compañeras de trabajo.  Finalizo el libro en Diciembre del 2008, pero no será autopublicado hasta Diciembre del 2009. Los primeros 100 ejemplares se agotan en tres meses. Finalmente realizo tres ediciones de la obra. Una presentación de la misma en mi barrio Ca n’Oriac, gracias a la Agrupación de Vecinos, en especial a la familia de Pedro Martínez, y una firma de libros el día de Sant Jordi, gracias a la librería Técnica de Sabadell.



         Desde entonces, busco mi lugar en el mundo editorial, participo en concursos literarios, comparto notas de facebook con los amigos, sigo buscando una oportunidad para Torpón III. Realizo nuevos cursos de formación, tanto de psicología como de escritura. Ambas pasiones están fuertemente conectadas. Y cuando más me formo en una materia, más aprendo de la otra.

         En Marzo de 2011 me traslado a vivir a Madrid con Alfredo, mi pareja actual. Sin su cariño, su apoyo y admiración, este libro no hubiese sido posible. Ya que ha apoyado este proyecto desde el primer día, y no ha permitido que me rindiese.

         En Junio de 2011 me licencio en psicología, teniendo la posibilidad de compartir el día de mi graduación con mi pequeña, gran familia.



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