Rincón Artístico
"SOY UNO MÁS"
A veces me miro al espejo e intento ver lo que me hace
distinta, y si tengo mis rarezas, mis toques de originalidad que me hacen única
e irrepetible como a cualquier ser humano. Pero si observo mi pecho desnudo, ni
siquiera tengo una marca, y aunque la tuviera esta solo serviría para
recordarme que soy una etiqueta más, soy cardiópata. Nací con una cardiopatía
congénita, que me acompañara toda la vida, pero esto no hace que mis problemas
sean distintos a los de cualquier persona sana. Siempre me he preocupado por
sacar buenas notas, por tener amigos, por intentar ser buena hija, tengo
capacidad para amar a otros, tengo sueños e ilusiones, poseo una imaginación
desbordante….puedo pensar que lo he tenido más complicado que el resto, pero no
sé si sería justo pensar eso, especialmente en mi caso.
Conozco mi historia, pero no la de los demás, no conozco la
historia de todos los cardiópatas y ni la de todos los españoles y mucho menos la
de todos los seres humanos. Y cada historia tiene su parte dura y difícil, afortunadamente
siempre hay una parte buena y positiva.
Ahora tengo 30 años y mis preocupaciones son las de todos
los españoles, europeos y seres humanos,
en este momento…. el inminente rescate, las dificultades para encontrar empleo,
básicamente sentir que tengo ya una
cierta madurez y no sé qué hacer con mi vida. Que aún me falta valor para
correr riesgos y hacer lo que realmente quiero, dejando a un lado lo que creo
que debo hacer. Será la crisis de los treinta quizás, será la crisis económica,
no sé lo que será, pero estoy segura que no es porqué soy cardiópata.
Por supuesto que nacer marcada, con una enfermedad congénita,
que sabes que no te va abandonar nunca, y que en mi caso no es corregible con
cirugía, es duro. Pero la única opción es aprender a vivir con ello, mirarte al
espejo y ver en tus ojos las ganas de vivir que no te abandonan, a pesar de
todas las crisis personales y mundiales que puedan existir.
La única opción es aprender a darle la vuelta, porqué una
cardiopatía no te hace inmune al sufrimiento y a las preocupaciones, pero si
puede hacerte más humano. Si puede enseñarte sobre la fragilidad de la vida,
sobre lo importante que es aprovecharla, y sobre lo hermosas que son las cosas
pequeñas e insignificantes que la mayoría de gente no se detiene a ver (flores,
sonrisas, pequeños gestos de afecto, animales…). Puede hacerte más compasivo y
más comprensivo con los demás, con el hecho de ser humanos, de ser frágiles…. Y
fuertes al mismo tiempo. Porqué palabras tan opuestas como fragilidad y fortaleza,
prácticamente se tocan, son tan contrarias que se parecen. Y es que la vida es
así, un sinfín de contrariedades de las que puedes aprender, aceptarlas,
incluso apreciarlas y amarlas.
Puedes solicitar la revista:
No hay comentarios:
Publicar un comentario