jueves, 19 de diciembre de 2013

LA CARTA DEL PERDÓN

El año pasado os hable de la importancia de los rituales simbólicos, este año os propongo un nuevo ritual relacionado con el perdón.

Todos hemos tenido que perdonar a otra persona en alguna ocasión. Algo que a veces puede resultar difícil, porqué el daño recibido nos parezca demasiado. Pero a pesar de ello, existe algo más difícil que perdonar a otro y ese algo es perdonarse a uno mismo.

Ahora que estamos a punto de terminar el año es un momento idóneo para empezar una nueva etapa y que mejor para empezar esta etapa que perdonarse a uno mismo.

El ritual es muy simple, solo necesitáis papel y  lápiz. En esta ocasión escribiremos una carta destinadas a nosotros mismos, dónde repetiremos todas las veces que sea necesario YO ME PERDONO.....

El encabezado de la carta debe dejar claro a quien va dirigido: Yo (Nombre y Apellidos) nacido/a en (Ciudad de nacimiento) el (fecha de nacimiento) me perdono por....A partir de aquí dejar que las palabras fluyan, escribir aquello que se os vaya ocurriendo, permitir que los sentimientos fluyan junto a esas palabras...

Esos perdones pueden ser por temas generales como perdonarse por los errores cometidos, por los temores existentes, por no ser capaces de perdonar.... o pueden ser perdones más concretos por una discusión con un ser queridos, por padecer una enfermedad, por no querer tener hijos...Por todo aquello que necesitéis expresar en ese momento.

No es necesario limitarse al perdón, ese perdón puede ir seguido de porqué no es mi culpa. O incluso de alguna posible solución al problema.Lo importante es dejar que las palabras aparezcan en el papel con total libertad.

Una vez terminada la carta hay que leerla en voz alta. La podéis leer todas las veces que lo necesitéis. Cuando os sintáis preparados/as, hay que romper la carta en pedazos pequeños y dejar que  sus pedazos se vayan a través de agua (lo más sencillo es lanzar los pedazos por el wc). Otra opción es quemar la carta.

Espero que este ritual os sea de ayuda. Os deseo una nueva etapa, más ligera, llena de comprensión y amor hacía uno mismo. Todo empieza con el perdón.